Esta época del año en la que comenzamos a abrigarnos bien, a poner el arbolito de Navidad, planear vacaciones, viajes y encuentros familiares, nos llena de alegría y, a su vez, de ansiedad.
Para muchas mujeres esa ansiedad se manifiesta con la comida, ya que las celebraciones desde el Día de Acción de Gracias hasta el Año nuevo e incluso el Día de Reyes, se celebran con deliciosa comida. Generalmente los platillos, guisos y postres que se preparan son ricos en calorías, azúcar y grasas.
Inevitablemente nos damos cuenta de que, al culminar la temporada estamos platicando con nuestros amigos y familia ¡cuántas libras subimos durante las vacaciones!
A continuación, les presento algunos consejos prácticos y estrategias que pueden ayudar a mantener nuestro equilibrio físico y emocional.
- Prepara platillos saludables. Generalmente las fiestas y reuniones decembrinas, ya sean en el trabajo o con la familia y amigos, son de “traje” o “potluck”. En vez de elegir un postre, lleva un platillo que sea a base de verduras o una ensalada. Así tendrás la opción de agregarlo a tu plato en caso de que nadie más lleve platillos saludables.
- Cuida tus porciones de Hidratos de Carbono (carbohidratos). Lo que conocemos como carbohidratos, incluye todo tipo de alimento a base de harina (trigo, arroz, maíz, etc.) y que se traducen en pastas, cereales, pan, tortillas, empanadas, tamales, pasteles, etc. Cada que te acerques a los deliciosos platillos tipo buffet, divide tu plato en 3 secciones y, 2 de ellas ocúpalas con verduras o proteínas, tanto vegetales (legumbres y nueces) como animales (res, pollo, huevo, etc). Sólo una tercera parte asígnala a los carbohidratos.
- Se cuidadosa con tus bebidas. Un alto porcentaje de las calorías que consumimos, se da través de bebidas como jugos, refrescos, cocteles preparados y bebidas alcohólicas. En el invierno, tendemos más a las bebidas calientes como cafecitos, atoles, capuchinos y mochas con crema batida y jarabes de chocolate o caramelo. Estas bebidas pueden contener las mismas calorías que un refresco grande o incluso más. Así que aunque estés haciendo un esfuerzo por comer sano, tus bebidas pueden estropear ese equilibrio. Disfrutar ocasionalmente de un café preparado, no te conllevará consecuencias, pero si eres propensa a consumir bebidas calientes, hazlo sin agregarles azúcar o complementos de alto contenido calórico.
- Utiliza platos y tazones pequeños. De hecho, esto ayuda a que te sientas satisfecha y limita inconscientemente tus porciones. Cuando nos servimos en platos gigantes, solemos hacerlo mucho más de lo que requerimos y, como consecuencia nos sentimos muy llenas, fatigadas y culpables.
- Evita la comida altamente procesada. En muchas ocasiones, por falta de tiempo, recursos o apuro, acudimos a la comodidad de comprar comida empaquetada, congelada o “comida rápida”, la cual es frecuentemente rica en grasa, sal y carbohidratos. Aprovecha esta temporada para crear platillos balanceados en casa e involucra a los niños en su selección y preparación. ¡Y dale un toque personal de sabor!
- Reduce tus niveles de estrés. Entre fiestas, trabajo, hogar, compras, reuniones y abundantes compromisos propios de la temporada, podemos abrumarnos y descuidar nuestra salud. No importa cuánto tiempo sea, procura brindarte unos minutos al día para relajarte. Ya sea con música suave, un baño, meditación, o simplemente respirar profundo por unos minutos (esto último, hace una gran diferencia). No olvides desconectarte un rato de todo tipo de tecnología, redes sociales, televisión y computadora. Recuerda algo importante: a mayor estrés, más antojos de comida chatarra.
- Duerme o descansa lo suficiente. Está científicamente comprobado que la falta de sueño contribuye a la ganancia de peso. La gente que no duerme lo necesario, tiende a comer más por las noches, está más cansada durante el día, hace poco o nulo ejercicio, y come menos saludable. Trata de que tus horas de sueño sean de calidad.
- Mueve tu cuerpo. Los beneficios que tiene la actividad física por mínima que ésta sea, son fascinantes. Reduce los niveles de estrés, mejora tu estado de ánimo, contribuye a la pérdida de peso, mejora tu salud física, mental y, además, distrae tu mente de la comida. Es más probable que hagas ejercicio cuando la modalidad que elijas te guste, te divierta, te motive y la hagas en compañía. Invita a tus familiares o amigos a dar un paseo a pie, evita el uso del auto en distancias cortas o, si tienes la posibilidad de participar en alguna actividad o clase en un club deportivo, toma provecho de ello y actívate.
Pues ahí los tienen. Espero que sean útiles y fáciles de poner en práctica. ¡Felices fiestas amigas!
Fuente:
http://www.diabetes.org/mfa-recipes/tips/2014-10/mindful-eating-at-meals.html?
referrer=https://https://www.cdc.gov/physicalactivity/basics/pa-health/